La hora del cuento

   Buenas Literáticos!! ¿Alguna vez habéis tenido que enfrentaros a un público exigente pero a la vez muy agradecido? La verdad es que no hace falta hacerse cómico famoso como los de El club de la comedia para conseguirlo. Existe un ejemplo muy cercano a nosotros aunque no lo creamos: los maestros. Un buen maestro, a través de la oratoria y otros recursos es capaz de captar la atención de sus alumnos y hacerles disfrutar eschuchándole ya sea a través de la simple lectura de un libro, contando una historia mientras enseña imágenes (como con un kamishibai por ejemplo) o relatando un mito sin más apoyo que su propia voz y la comunicación corporal. Este momento en Educación Infantil es conocido como “La hora del cuento”.

   En clase de Literatura hemos realizado un taller sobre esto, para practicar una de las 3 posibles estrategias que hay para contar una historia: lectura, narración con libro o cuentacuentos.

    ¡Allá va el relato de esta pequeña aventura!

  1. Elección de la estrategia y la edad de los destinatarios

   Para esta actividad de “La hora del cuento”, decidí repetir el mismo cuento de autor que analicé para el bloque 1 ¿Qué es el amor? de Davide Cali para niños de 5 años. La principal razón es porque quería verme en la situación de relatarlo, contando con el feedback de mis compañeros como evaluación. Por otro lado, quería ensayar la narración con libro ya que en la asignatura de Practicum I, noté que me faltaba algo de fluidez y recursos para captar la atención de mis niños, además de experiencia (es lo que tienen las primeras prácticas). Como también quería trabajar este cuento, elegí la estrategia de narración con libro porque al ser un texto de autor, la técnica del cuentacuentos (ideal para textos folclóricos) quedaba descartada, y encontraba más interesante basarme en las ilustraciones del libro, porque, considero que son más ricas que el texto del cuento en sí (probablemente porque es una traducción).

   Hay muchas razones para trabajar este libro con niños y niñas de 5 años como escribo el mi primera entrada ¿Qué es el amor? Una más relacionada con la elección de la técnica, es que las imágenes son muy sugerentes y a esta edad, los alumnos de 5 años son capaces de fijarse más en los detalles de los dibujos que los de 3 y 4 años. Por esta razón, al contar con una  capacidad de reflexión más profunda (aunque sea a su modo), pienso que la experiencia puede ser más interesante y amena para su momento evolutivo.

  1. Día deL Taller «la Hora del cuento»

   Llegó el lunes 20 de marzo y nos fuimos al aula de música para dividirnos en tríos y ponernos más cómodos dispersos por la sala. Dependiendo del ritmo de las historias, hacías más o menos “rondas de cuentos”. En mi caso llegué a tres. Primeramente, me tocó con Alba que nos contó el cuento folclórico de Las tres costureras para la edad de 5 años y Gissela que leyó Diferente de Jerôme le Dorze y Cloè Rémiat para niños de la misma edad. Ambas creo que relataron muy bien sus respectivas historias respetando el momento evolutivo de la edad escogida.

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   En esta ronda narré por primera vez el libro delante de gente ya que durante el fin de semana no había tenido la oportunidad de contarlo a ninguno de mis primos pequeños. Sin embargo, había practicado bastante las entonaciones, el ritmo y las pausas porque cuando uno narra con las ilustraciones como apoyo, es importante dejar tiempo para que los niños puedan observar las imágenes que sugiere el ilustrador. Si no, se oye el típico comentario de: “¿A ver?” o “Profe noo veooo”. El único momento de duda que tuve fue al final del cuento que como comento en el análisis, no me convence mucho y mis compañeras lo notaron, porque ellas también vieron que era un final algo extraño para el esquema que sigue el libro. Por esta razón me sugieren que le dé una vuelta en el sentido de que Mateo y Emma, hagan juntos todas las acciones que hace la familia con Emma cuando se pone enferma en vez de compartir sólo el bizcocho. Acepté y anoté esta sugerencia para ponerla en práctica en la siguiente ronda. El resto de comentarios fueron positivos, como por ejemplo que mi forma de narrar el libro ayudaba a vivenciar mejor la situación acercándola a la experiencia de los niños, y que estructuraba mejor la historia que siguiendo el texto.

   Al acabar dimos paso a la segunda ronda en la cual me junté con Sandra (Delgado) y Antía. Sandra nos leyó el divertido cuento en verso de ¿Ahora qué va a pasar? de Raquel y Nuria Díaz Reguera. Me encantó el entusiasmo que puso al leerlo, y el hecho de estar en verso, le daba un toque cantarín muy atrayente para los niños de 4 años, la edad que había escogido. Antía nos contó un cuento folclórico al que llamó La hija buena y la hija mala, ya que, al ser la versión que le contaba su abuela de pequeña, no tenía un título concreto. Ella lo adaptó para 3-4 años correctamente usando palabras conocidas con cierta sonoridad como “sapos y culebras” que suele llamar mucho la atención a los niños de estas edades.

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   Llegó mi turno y añadí al final lo que me habían recomendado mis compañeras a ver qué efecto tenía sobre las oyentes. No tuvieron ninguna opinión contraria con respecto a mi elección de la edad ni a la forma de narrar la historia de Emma. Sin embargo, para el final ambas me aconsejaron dejarlo como está y en todo caso resaltar el bizcocho que aúna todas esas cualidades que Emma asocia al amor (buen olor como las flores, se come juntos, es dulce, etc…). No creen necesario añadir acciones porque ya se ve en el cuento que hay más tipos de amor no sólo el de pareja, que un niño de 5 años no puede entender porque no lo ha experimentado como tal (aunque en estas edades jueguen a veces a “ser novios”). Pero sí han experimentado el amor familiar con los padres, los abuelos, o el que se siente por un amigo.

   Por último, estuvimos Lucía, Bruno y yo para la última ronda aunque sólo nos dio tiempo a contar cuento a Bruno y a mí. Lucía traía para leer Buenos días señor Hoy de Anna Rossetti y Jorge Artajo, y Bruno nos contó el texto folclórico, recogido por los Hermanos Grimm, de Los 12 hermanos. Aunque el relato era largo, hizo una buena adaptación para niños y niñas de 5-6 años respetando la estructura que se dibujó en un papel (muy buen recurso) y metió alguna aclaración que los hermanos no hacían para facilitar la comprensión de la historia.

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  Casi a punto de acabar el taller pude narrar (con un poco de prisa) por tercera vez ¿Qué es el amor? a mis compañeros. Como los anteriores, coincidieron en que la forma de narrar era completamente adecuada para la edad que había escogido y Bruno incidió en un aspecto que yo no me había percatado. Así como antes me comentaban que había diferentes tipos de amor, una forma sencilla de hacer les ver a los niños que ellos también experimentan amor sin tener novio o novia, es haciéndoles preguntas durante o después de la narración del tipo: ¿Vosotros vais en coche con los abuelos?, ¿Hacéis cosas juntos con papá y mamá?, ¿el qué?, etc… (¡Gracias Bruno!). Y con este último feedback concluyó el taller y surgieron las ganas de escribir la tercera actividad del blog  😀

  1. Mi visión antes y después del taller

   Una de las cosas que más me llaman la atención viendo el antes y el después del taller es que no tiene nada que ver contar el cuento a un espejo que a una persona, aunque esta sea mayor y simule ser una de 5 años. La principal razón de esto, es porque al tener una persona en frente, tienes un receptor que ya sólo con la mirada, las reacciones ante lo que escucha, la postura en la que está sentado (la proxémica también puede que entre en este juego),…son indicadores continuos que hacen que el cuento lo vayas a narrar de una forma o de otra, puesto que, haces hincapié en aquello que quieres que el oyente se fije, se entretenga o que disfrute más. Por esta razón, en base a mi experiencia, saco la conclusión de que nunca se narra/cuenta/lee de la misma forma por muy bien que se conozca el texto o las ilustraciones, porque cada público te va a “pedir” o dar pie a probar una cosa diferente, y como narrador nunca repites las mismas palabras literalmente ni usas las mismas voces o entonaciones para los diálogos por ejemplo.

   Por otro lado, me sorprendió lo “cansado” que era contar el mismo cuento 3 veces en hora y tres cuartos y lo largo que se te hace cuando te toca narrar. Supongo que es cuestión de práctica y muchas “Horas de cuento”. Si ahora tuviera que planificar cómo contar ¿Qué es el amor? en para una clase de 3º de Educación Infantil (5 años), lo primero que haría sería pedir a los niños que se sentaran en el suelo en una forma semicircular lo más agrupada posible. Yo me sentaría en una silla para que, al tener el libro en alto, todos puedan ver las ilustraciones y disfrutar del cuento. La sala estaría iluminada para ver claramente los dibujos pero sin excedernos en la luz. A la hora de relatarlo, intentaría mantener lo que hice durante el taller a nivel de comunicación verbal y no verbal. Con respecto a la estructura y especialmente al final, creo que seguiría el consejo de Sandra para probar a ver cómo reaccionan los niños y les añadiría preguntas como las que sugería Bruno, no a modo de comprensión lectora, sino para que tengan la oportunidad de expresar en palabras lo que el cuento les ha evocado durante la narración. Esta la experiencia más positiva que saco de este taller. La posibilidad de hacer de cuentacuentos y que puedas recibir consejos u opiniones para mejorar porque mis compañeros se están formando conmigo para ser “grandes narradores” y mutuamente nos ayudamos para conseguirlo. Además la preparación que exige contar un cuento no puede ser mínima, es muy importante ver lo que encontraría atractivo un niño de 5 años, no una maestra que quiere que aprenda cosas a través de un libro (si esto pasara, sería una pena porque estaríamos convirtiendo la literatura en paraliteratura al no respetar su función estética). Opino que el taller de “La hora del cuento” y esta tarea, son actividades muy útiles y gratificantes, y probablemente de las cosas que más ansiábamos hacer los alumnos y las alumnas de 2º de Ed. Infantil, puesto que el “aprender técnicas para contar cuentos” era uno de los propósitos que más relacionábamos con la asignatura al iniciar el curso. Sin embargo, reconozco que son muy importantes los bloques anteriores para tener una base sobre la que empezar a “construir” esta experiencia que comienza aquí, y sólo nosotros decidiremos cuándo y dónde ponerle fin 🙂

6 comentarios en “La hora del cuento

  1. Lionel dijo:

    Hola Marta.
    Al igual que Antía me ha fascinado esa «evocadora» forma de redactar y de describir tu evolución en la actividad. Qué más puedo decir? que me encanta desde principio a fín.

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