La princesa Rosalinda y los 7 bandidos

La princesa Rosalinda y los 7 bandidos (4 años)

Érase una vez, cerca del país de Muy Muy lejano, había un exótico reino lleno de magia llamado Andalasia. En este país había un precioso palacio en el que vivían los reyes de Andalasia y su pequeña hija Rosalinda. Cuando la niña era todavía un bebé, la reina se puso muy enferma y llamaron a todos los magos y hadas del reino para curarla pero no pudieron hacer nada. Como la princesa estaba tan triste el rey decidió volver a casarse con una mujer muy bella para que pudiera ser la madrasta de Rosalinda, pero también era muy orgullosa y envidiosa. A medida que la princesa iba creciendo, Rosalinda era cada vez más guapa y buena. Todo el mundo la conocía, y su padre el rey era quien más la quería. Siempre que podía salían a montar a caballo, le daba consejos sobre cómo gobernar ya que era la futura reina de Andalasia, iban a los torneos de tiro con arco o contaban cuentos e historias hasta que se ponía el sol.

Sin embargo, su madrastra no pensaba lo mismo. Tenía mucha envidia de Rosalinda porque se estaba convirtiendo en la mujer más guapa del reino. La envidia y el enfado que tenía dentro, fueron creciendo y creciendo más cada día hasta que decidió tramar un plan malvado para que la princesa desapareciera. La madrastra llamó a un cazador de dragones y le pagó 50 monedas de oro si se llevaba a la princesa al bosque para que en el momento más insospechado… ¡Pum! La matase y que pareciera que fue un dragón.

Y así fue, el cazador se llevó a la princesa Rosalinda a pasear a caballo hasta que se alejaron lo suficiente del castillo en medio del bosque. Cuando los dos bajaron del caballo el cazador estuvo a punto de coger la pistola pero en realidad no pudo matar a la princesa porque él también la apreciaba mucho. Así que le reveló a la princesa el malvado plan que la madrasta había tramado. Le dijo: “Princesa tenéis que esconderos en el bosque y no volver más a Andalasia porque si volvéis vuestra madrastra intentará envenenaros o hechizaros con algún conjuro para que muráis y si no el reino quedará en sus manos”.

La princesa le prometió al cazador que buscaría algún lugar donde refugiarse y vivir por lo menos hasta que la madrasta dejara de perseguirla, aunque estaba todavía algo asustada. El cazador como obsequio le enseñó un sencillo conjuro mágico muy antiguo con el cual podía al menos encender una hoguera y entrar en calor. Este hechizo era: Ignis pyram.

Una vez se fue el cazador, Rosalinda empezó a andar y andar hasta que llegó a un río de agua cristalina y una verde pradera con una casa vieja abandonada. Como no había nadie Rosalinda vio que esa casita podía servir como refugio. Entró dentro y como olía muy mal abrió las ventanas, quitó el polvo a los muebles e incluso encendió la chimenea con el hechizo que le había enseñado el cazador. De repente se abrió la puerta y entró un chico alto, rubio con una espada en la mano que gritó: “¿quién anda ahí?”.

La princesa Rosalinda para no revelar quién era le responde: “Soy hija de una doncella de palacio que llevo perdida varios días y al ver la casita he venido aquí a para calentarme al fuego y poder comer algo. ¿Cómo os llamáis caballero?”.

El chico algo desconcertado al verla respondió: “Pedro” y unos segundos después dijo: “Bueno, puedes quedarte aquí hasta que vengan mis hermanos y luego decidiremos qué hacemos contigo”.

Estuvieron asando un pollo hasta que llegaron 6 chicos más que eran 4 hermanos y 2 primos de Pedro. Se reunieron todos alrededor del hermano más pequeño para decidir qué hacer con Rosalinda y aunque era el más joven, también era el chico más listo y astuto de los 6. Su nombre era Eliseo.
Cuando por fin tomaron una decisión, Eliseo le dijo a la princesa: “Bienvenida doncella. Habéis encontrado la guarida secreta de los siete bandidos del bosque de Andalasia. Ahora que nos has descubierto sólo podéis elegir entre morir o unirte a nosotros”
La princesa no sabía que existían los bandidos así que les preguntaba qué robaban y por qué.
“Cuando el rey y la reina nombraron a su ayudante real para reinar, el pueblo empezó a pasar hambre porque el malvado ayudante robaba a los pobres. Nuestros padres fueron encarcelados por robar una barra de pan y al poco tiempo murieron, así que nosotros robamos a los ricos para poder dárselo a los pobres.”
“¿Pero el rey sabe todo lo que ha pasado? A lo mejor os podría ayudar…”
“¿El rey? El rey ha firmado una carta que dice que si cogen a alguno de los 7 bandidos, sea ejecutado al día siguiente, así que no creo que nos ayude”
“Bueno pues decido quedarme con vosotros pero yo nunca he robado, ¿qué puedo hacer yo?”
“No pasa nada, irás aprendiendo y puedes aprender a cazar para cocinar comida, a usar la espada, tirar con arco, etc…”
Después de 10 años conviviendo con los bandidos, Rosalinda se había convertido en alguien más de la familia, incluso Eliseo, que estaba creciendo mucho, se estaba empezando a enamorar de Rosalinda y la princesa de él.
Un día Rosalinda salió a cazar y los bandidos a robar a un camino cerca del palacio de Andalasia. De repente, llegaron dos de los bandidos, Pedro y Nacho, con heridas por los brazos y las piernas. Rosalinda inmediatamente buscó unas plantas curativas mágicas que pudieran servir y preguntó qué había pasado. El lugar donde estaban era una trampa del ayudante del rey y ahora estaban todos los primos y hermanos en la cárcel para que fueran ejecutados al día siguiente excepto Pedro y Nacho.
La princesa Rosalinda recordó que su padre podría liberarlos pues era el rey. Así que cogió a Pedro y Nacho y se fueron hacia el palacio de Andalasia para ver al rey. El guardia de la puerta les preguntó: ¿Quién va?” y Rosalinda respondió: “Quiero ver a mi padre el rey, decidla que su hija ha vuelto”.
El guardia estaba algo extrañado pero les llevó a la sala donde estaba el rey. Rosalinda se acercó y le dijo: “¡Hola Padre! Cuánto me alegra volver a verte.
“ No puedo ser tu padre” dijo el rey. “ Mi hija murió hace hoy más de 10 años”
“Pero Papá ¿no te acuerdas de cuando nos contábamos historias y leyendas hasta que se pusiera el sol?” Y le recordó todos los momentos bonitos que sólo el rey y la princesa sabían.
Los ojos del rey empezaron a ponerse brillantes y fue a dar un abrazo fuerte a su hija Rosalinda. Después preguntó quién la había cuidado y qué podía hacer por ellos. Entonces Rosalinda le explicó todo lo que había pasado en relación con la madrastra y el ayudante del rey y le pidió 3 favores:

El primer favor que pidió Rosalinda era que liberaran a los bandidos que la habían cuidado, y que, a cambio de no volver a robar, pudieran vivir en palacio junto a la corte.
El segundo favor era que se les perdonaran las deudas a los bandidos. El rey que era un hombre justo le propuso a Eliseo cambiar la cárcel para que formaran parte de la guardia real.
El tercer favor que pidió Rosalinda al rey fue la bendición para que se casase ella con Eliseo. Eliseo rojo como un tomate dijo que sí y empezaron a preparar la boda mientras el rey y la princesa estuvieron hablando de todo lo que había ocurrido en esos 11 años.

A la mañana siguiente los bandidos se pusieron sus capas de guardia real y Rosalinda y Eliseo se casaron para ser felices y comer perdices para siempre. Además fueron unos excelentes reyes para el pueblo porque no necesitaban ayudantes del rey y se preocupaban mucho por los pobres del pueblo.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado…

Adaptaciones y justificaciones:

Este cuento es una breve adaptación de Rosalinda y los 7 bandoleros según la versión de Irune y la que su abuela le contaba cuando era pequeña. Mi adaptación la he hecho pensando en niños de 4 años (5 años como mucho).

He intentado no cambiar mucho el esqueleto de la historia para que en vez de un cuento basado en el relato de los Hermanos Grimm, fuera una  adaptación literaria.

Debo decir que he añadido varios elementos que sugieran cosas mágicas y misteriosas porque a la edad de 4 años, los niños buscan historias con sentido mágico que es lo que más les capta y les anima a empezar a leer.

Por otro lado, puede que parezca que me repito mucho, pero esto lo he hecho así porque a esta edad los niños todavía se encuentran desprendiéndose del egocentrismo y el seguimiento de la historia hace también que sea más sencillo para ellos. Además es más natural a la hora de contar el cuento para el profesor.

Por último, he cambiado alguna palabra de la versión de Irune porque no son tan conocidas y aparecen demasiado en la historia, como bandido por bandolero. Sin embargo, tampoco es absolutamente necesario que el niño se sepa los detalles de la historia, con que se queden con el esqueleto ya hay mucho conseguido. Por otro lado he acortado o cambiado algún pasaje para hacer el cuento más corto y ligero usando diálogos para que la entonación y otros factores también sean más sencillas de socorrer, …

Espero que esté todo correcto aunque quien sabe, confío en vuestros comentarios 😀

8 comentarios en “La princesa Rosalinda y los 7 bandidos

  1. Carmen dijo:

    Marta, me ha gustado mucho la adaptación que has hecho, fiel a la estructura del cuento de Irune, respetando los personajes, el hilo narrativo,etc. Bien narrado, claro y conciso y creo que bien adaptado para 4 años. Enhorabuena.
    Carmen

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  2. Bruno dijo:

    Marta me ha gustado tu adaptación y como has añadido algún elemento fantástico, respetando el esqueleto de la historia. Con respecto al vocabulario creo que esta muy bien, pero al ser una adaptación de un cuento folclórico creo que es lo menos importante ya que no solemos contar un cuento siempre igual, pero aún así gran trabajo 😉

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